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lunes, 13 de septiembre de 2010

Marc Chagall


Nacido en una pequeña aldea rusa, sus inquietudes artísticas le llevaron a París en 1910, donde alcanzó su madurez artística.

Volvió a Rusia en 1914 y participó activamente en la renovación cultural de su país, pero sus disputas con Malevich y las exigencias revolucionarias de vincular compromiso político y obra artística le llevarían a marchar a Alemania en 1924. Su condición de judío le obligaría después a un peregrinaje por Francia y Estados Unidos, que le devolvería definitivamente a Francia al concluir la Segunda Guerra Mundial.

Su asimilación de las dos vanguardias señeras, fauvismo y cubismo, es patente en los cuadros que realizó en sus primeros años parisienses. Composiciones como El poeta (1911, Philadelphia Museum of Art) y Homenaje a Apollinaire (1912, Stedelijk van Abben Museum, Eindhoven) son plenamente cubistas, mientras otras, como El padre (1911, Colección privada, París) siguen a rajatabla las consignas fauvistas.

Desde el primer momento, sin embargo, estas influencias formales se funden con el sustrato más profundo de sus propias vivencias personales, profundamente arraigadas en su Vitebsk natal y en el hecho de pertenecer a la comunidad judía. De esta doble condición extrae Chagall su particular repertorio de imágenes, un reducido vocabulario iconográfico al que se mantiene fiel a lo largo de toda su vida. La aldea y yo (1911, MOMA, Nueva York), realizado apenas un año después de su llegada a París, resulta ejemplar respecto a esa síntesis específicamente chagalliana entre vanguardia y tradición popular, y posee el cromatismo brillante y emancipado de la realidad que aprendió del fauvismo y que será un rasgo dominante en toda su producción. La aparente anarquía de sus imágenes, mezcladas sin una clara lógica espacial y narrativa que justifique las superposiciones, la heterogeneidad de tamaños y la transgresión de las leyes de la física, están sin embargo sujetas a una cuidada composición radial que sigue las enseñanzas del cubismo; éstas se evidencian en el diseño de líneas que articulan las diversas imágenes entre sí y establecen conexiones entre las figuras en primer término y el fondo.
Su obra es una combinación de evocaciones, fantasía y folclore. Los temas bíblicos del Antiguo Testamento son el motivo central de las series de aguafuertes ejecutados entre 1925 y 1939, y de las 12 vidrieras para la sinagoga del Hospital Universitario. Hadassah, cerca de Jerusalén (1962). En 1973 se inauguró el Museo Marc Chagall de Niza, en la Riviera Francesa, para dar cabida a cientos de sus obras bíblicas. Chagall también ilustró obras literarias como Las almas muertas de Gogol y Las fábulas de Lafontaine. Terminó las pinturas que decoran uno de los techos de la Ópera de París en 1964 y en 1965 los dos grandes murales que cuelgan en el vestíbulo del Metropolitan Opera House de Nueva York. Murió el 28 de marzo de 1985 en Saint Paul de Vence, en el sur de Francia.

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